
Por: Alí Abad
No existe, por los momentos, ni siquiera una salida progresista. En las manos ancestrales de los patriarcas descansa el poder. En Afganistán y Pakistán, las tribus y los señores feudales, se pondrán de acuerdo y el nacionalismo de la zona con su fundamentalismo atroz, se habrá fortalecido. Los imperialistas negocian con los sectores dominantes asiáticos: India, Pakistán, Afganistán,el Medio Oriente.Y con China y Rusia en un contexto diferente, de tal manera que, por ahora, todo queda entre familia. Aún no ha llegado la hora del pueblo. Un pueblo confesional, no puede producir un movimiento socialista con su partido comunista al frente; pero a pesar de las grandes calamidades y el fanatismo religioso, existen los partidos comunistas luchando por unir a los proletarios y trabajadores que en un régimen feudal dominante, no tienen nada que buscar. Pero, Qué pasará cuando a los imperios les quede esa fuerza militar ociosa, desocupada. ¿Los regresará a las calles estadounidenses a sumarlos al desempleo? ¿Los mandará a Latinoamérica?